La política que orienta los destinos de los próximos 35 años, se afianza en cuatro pilares, entre ellos la reducción de costos para usuarios.
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Sin embargo, se exigen mayores esfuerzos para desechar las energías que atacan al medioambiente. Con el objetivo de “construir una visión compartida para el desarrollo futuro del sector de energía”, el Gobierno hizo público el documento “Energía 2050” y firmó el decreto que aprueba Política Nacional de Energía de largo plazo.
Luego de un trabajo que reunió diversos actores del sector, se estableció una serie de medidas agrupadas en cuatro pilares: Seguridad y calidad de suministro, energía como motor de desarrollo, energía compatible con el medio ambiente, y eficiencia y educación energética.
Entre las metas que plantea el programa energético aparece la reducción de los precios de suministro eléctrico residencial e industrial, así como que al menos el 70 por ciento de la generación eléctrica provenga de energías renovables en 2050, ya que en la actualidad ese porcentaje llega a 40 por ciento.
En este sentido, el profesor de la facultad de Ciencias Físicas de Matemáticas de la Universidad de Chile, Roberto Román valoró que se planteen políticas de Estado de largo plazo en lo que refiere a energía y la apuesta por descarbonizar la matriz energética.
“Es sumamente importante que se transforme en una política de estado más que una de Gobierno, en el sentido de que haya continuidad, porque está claramente orientada en la dirección correcta, en el sentido de potenciar eficiencia energética, energías renovables e ir rápidamente descarbonizando la matriz de generación eléctrica y buscando ser más eficientes”.
La ambientalista Sara Larraín indicó que Chile debiera centrar su matriz energética en las energías renovables no convencionales utilizando el parque instalado como respaldo y no como eje central de la generación eléctrica: “Qué el país tiene hoy día la energía suficiente de respaldo, energía firme, que es aquella que está presente las 24 horas del día, porque ya tenemos un parque de gas natural, ya tenemos un parque de esas grandes centrales hidroeléctricas y lo que se requiere en Chile es hacer la verdadera innovación en energías renovables no convencionales”.
Además, Sara Larraín indicó que es fundamental fomentar la eficiencia energética, pues permite conservar la energía que se inyecta al sistema, pues la curva de crecimiento energético no necesariamente tiene que ir acoplada a la de crecimiento económico.
En este sentido, la ecologista reclamó por la no presentación por parte del Gobierno del proyecto de ley de eficiencia energética, que estaba comprometido para el 2015.
Fuente/radio.uchile www.chileenergias.cl