La hidroelectricidad será clave para generar energía limpia que permita enfrentar de buena forma el cambio climático. Rol relevante en alcanzar la meta de un 70% de energías renovables hacia el 2050, de acuerdo a la Política Energética 2050.
Colbún es el mayor emisor de bonos de carbono provenientes de generación hidroeléctrica en el país, con cinco centrales acreditadas. La operación de estas centrales evita la generación de energía a través del uso de combustibles fósiles.
“Contar con un mayor nivel de hidroelectricidad con capacidad de regulación es muy importante para habilitar una mayor penetración de fuentes variables (energía solar y eólica), agregando flexibilidad y minimizando emisiones y costos económicos”. Esta afirmación, contenida en la Política Energética 2050, recoge la importancia que podría tener la hidroelectricidad sustentable en el camino hacia una energía limpia y que sea una contribución efectiva al cambio climático.
Según lo establece la mencionada política, la hidroelectricidad tendrá un rol relevante en alcanzar la meta de un 70% de energías renovables hacia el 2050. “La energía eléctrica proveniente de los embalses es un recurso doméstico que puede agregar gran flexibilidad al sistema, permitiendo complementar la variabilidad e intermitencia de la energia eólica y solar. Nuestra visión es desarrollar una hidroelectricidad sustentable”, señala Leonardo Diaz, gerente de proyecto hidroeléctrico San Pedro.
El rol de la hidroelectricidad para generar energía limpia que permita enfrentar el cambio climático ha sido una materia que Colbún viene trabajando hace ya varios años. En 2002 la Central Chacabuquito, ubicada en el Río Aconcagua, fue la primera hidroeléctrica en el mundo en transar bonos de carbono. Actualmente, Colbún cuenta con cinco centrales hidroeléctricas registradas ante estándares del carbono (entre ellas la Central La Mina, en la foto), tanto en el MDL (Mecanismo de Desarrollo Limpio del protocolo de Kioto), como en el Verified Carbon Standard, creados con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La operación de estas centrales evita la generación de energía a través de centrales a combustibles fósiles, generando en promedio una reducción anual de cerca de 700 mil toneladas de CO2e (toneladas de dióxido carbono equivalente).
Esto equivale a retirar del parque automotriz a más de 170 mil automóviles. Una central acreditada a través de este mecanismo significa que su operación ha cumplido estándares de sustentabilidad que recogen buenas prácticas en términos ambientales y de relacionamiento comunitario. Junto con lo anterior, desde el 2001 Colbún cuantifica anualmente sus emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero, por medio del desarrollo de un inventario de emisiones de GEI o Huella de Carbono, como una forma de conocer y abordar el impacto ambiental real de su operación.
A partir del año 2009, en tanto, comenzó a reportar anualmente sus emisiones al Carbon Disclosure Project (hoy CDP), ONG internacional que monitorea los riesgos y oportunidades del cambio climático en el sector empresarial, siendo la primera empresa nacional en reportar directamente a dicho organismo
En la actualidad, Colbún cuenta con una Estrategia de Cambio Climático, cuyo objetivo central es mantener el factor de emisión de CO2 de la Compañía por debajo del factor de emisión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), el cual abastece de electricidad a más del 90% de la población en Chile, siendo un aporte tangible a la sustentabilidad de la matriz energética.
Fuente/El Diario Austral Chile Energías/www.chileenergias.cl www.facebook.com/chileenergia.cl/ twitter.com/chileenergias #chileenergias, #energías, #eficienciaenergetica