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A pesar de que ya son la segunda fuente global de electricidad, todavía hay quien da crédito a estos mitos sobre las energías limpias.

El desarrollo de las energías renovables es imprescindible si queremos frenar el cambio climático y luchar por que todos los habitantes del planeta tengan acceso a electricidad. A diferencia de los combustibles fósiles, las energías renovables son inagotables, variadas y entre todas ellas potencialmente viables en cualquier lugar del planeta. Pero lo más importante, las energías renovables no contaminan.

Uno de los asuntos centrales de la Agenda 2030 apremia a la descarbonización de la economía mundial. La implantación de energías limpias será el único camino si queremos conseguir el objetivo más ambicioso de los que marca el Acuerdo de París: limitar la temperatura del planeta a 1’5 °C por encima de los valores preindustriales para lo que, según indicó el IPCC, se pueda lograr la neutralidad en carbono en 2050.

Pero existe todavía una parte de la población que desconfía de la eficiencia de las energías limpias y, a pesar de que las energías renovables ya son la segunda fuente global de electricidad, da crédito a bulos y falsos mitos sobre su viabilidad. A continuación, vamos a desmontar algunos de esos falsos rumores que circulan en contra las energías renovables:

Las energías renovables son caras. FALSO

Las energías renovables ya son las fuentes de energía más baratas, y lo van a ser aún más. Tanto la energía eólica como la solar – porque la energía hidráulica ya es competitiva desde hace mucho tiempo – han experimentado un enorme avance tecnológico y una reducción radical en los costes de implantación.

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En los últimos diez años, el precio de los módulos fotovoltaicos se ha reducido un 94 %, el de los aerogeneradores terrestres un 37 % y las baterías de litio que permiten almacenar la energía un 85 %. Hoy estas dos fuentes de energía renovable son más baratas que las convencionales en la mayor parte del mundo.

Las energías renovables no pueden cubrir toda la demanda. FALSO

Estamos listos para ser 100 % renovables en electricidad ya. Los sistemas de almacenamiento eléctrico han dado un salto impresionante, y la tecnología permite un sistema eléctrico 100 % renovable.

El reto está en que gobiernos y administraciones sean capaces de pisar el acelerador en la transición energética

Según algunos estudios, a mediados de siglo dos terceras partes de la electricidad en el mundo se producirá con energías renovables, el 40 % de la demanda final global de energía se cubrirá con electricidad (frente al 19% en 2017), el 63% de la cual será generada por energía solar fotovoltaica y eólica.

Las energías renovables ya producen hoy uno de cada cuatro kilovatios de electricidad en el planeta, y a mediados de siglo generarán dos de cada tres. Es cierto que la electricidad sólo supone hoy el 20% de la energía que se consume en el mundo, pero la creciente electrificación hará que alcance el 40% en 2050

La construcción de un aerogenerador consume más energía de la que este puede producir. FALSO

Un aerogenerador compensa en menos de un año la energía consumida para su fabricación, pero puede funcionar durante más de 30 años. Cada aerogenerador produce energía limpia suficiente para cubrir el consumo eléctrico de unos 2.000 hogares*. Es más, las emisiones producidas por la fabricación y el desmantelamiento de un aerogenerador suponen en torno al 1 % de las que evitará durante su vida útil al sustituir la producción de centrales térmicas de carbón, gas o fuel-oil, y ello sin contar el CO2 emitido por la construcción de dichas centrales, ni la extracción y el transporte de los combustibles hasta la planta.

Los aerogeneradores hacen mucho ruido. FALSO

El ruido que produce un aerogenerador en movimiento a menos de 500 metros de distancia no es superior al que puede producir un electrodoméstico en el hogar, como un frigorífico o un microondas, una distancia a la que raramente existen viviendas. Además, los parques eólicos cumplen con la normativa aplicable en cada lugar sobre niveles sonoros en horario de día y de noche y no pueden rebasar los límites establecidos por la regulación.

Las energías renovables roban espacio a la agricultura y la ganadería. FALSO

La superficie ocupada por un aerogenerador es mínima. De hecho, los parques eólicos son perfectamente compatibles con las actividades agrícolas y ganaderas que se desarrollen ese mismo espacio.

Las plantas solares, por su parte, a menudo se instalan sobre terrenos sin uso previo o incluso entornos desérticos que no compiten con actividades ganaderas o agrícolas. Por el contrario, se dan situaciones en las que se utilizan especies como ovejas o cabras para mantener de forma natural el terreno sobre el que se instalan algunas plantas fotovoltaicas.

Los aerogeneradores son letales para las aves. FALSO

La muerte de aves y murciélagos por colisión con aerogeneradores es muy inferior a las que se producen por otras actividades humanas como carreteras, ferrocarriles, edificaciones o gatos domésticos, además de las ocasionadas por la propia contaminación atmosférica que la energía eólica ayuda a evitar.

Cada proyecto de energías renovables debe ir acompañado de un estudio de impacto ambiental para su aprobación por las autoridades competentes, que establece si el emplazamiento es compatible con la vida natural del entorno y si es necesario adoptar medidas correctivas para minimizar dichas afecciones: monitorización y seguimiento por equipos especializados, desarrollo de soluciones tecnológicas como sistemas ahuyentadores (ultrasonidos, sonidos y luces) y sistemas de detección y parada.

Los aerogeneradores son malos para la salud. FALSO

Es un bulo sobre las energías renovables limitado a unos pocos países, donde se han realizado investigaciones independientes públicas y privadas con la misma conclusión: no existe una relación directa entre las instalaciones eólicas y afecciones reportadas como mareos o dolores de cabeza.

Los paneles solares son fabricados mediante procesos contaminantes y no se reciclan cuando no sirven. FALSO

Se calcula que los paneles fotovoltaicos modernos generan en dos años la energía que necesitaron para su producción, mientras que su vida útil es de más de 25 años, tiempo en el que seguirá generando energía limpia y gratuita.

Además, los principales componentes de un panel fotovoltaico son el silicio, el aluminio el vidrio y el cobre, y su fabricación no supone un proceso particularmente contaminante, que requiera medidas de protección y seguridad superiores a las de un proceso industrial convencional. Una vez agotada su vida útil, los componentes de los paneles fotovoltaicos están catalogados como residuos no peligrosos y son recuperables en tasas de hasta más del 95 %.

La energía solar no sirve para nada si es de noche. FALSO

Obviamente, las plantas solares no funcionan ordinariamente de noche, ni las plantas eólicas lo hacen si no sopla el viento. Pero el avance de las tecnologías de almacenamiento y el descenso de los costes está haciendo posible almacenar la energía al producirla, aunque no exista demanda, y luego suministrarla cuando lo requiera el usuario, aunque sea por la noche o en ausencia de viento.

Además, la complementariedad entre las diversas tecnologías renovables es una de sus principales virtudes y son perfectamente combinables entre sí para diseñar la solución más adecuada en cada caso.


Fuente/Sostenibilidad
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