El 22 de abril se celebra el Día de la Tierra o Día Internacional de la Madre Tierra, es una celebración que se realizada en abril de cada año y este 2021 cumple 50 años con el objetivo de hacer conciencia entre las personas sobre los problemas naturales que hay en el mundo, tales como la contaminación, la conservación de la biodiversidad, el calentamiento global y la pandemia del covid19. 

En todo el mundo se realizan actos para conmemorar esta fecha, y sobre todo para crear e implementar acciones necesarias para cuidar, mantener, conservar y valorar la Tierra y todos sus recursos naturales, así como a todos los seres que la habitan, pero ¿cuál es la historia de esta fecha y por qué se celebra?

El Comienzo.

En 1962, Rachel Carson escribió Silent Spring (“Primavera Silenciosa”). Fue un libro de ciencias ambientales, que se centró en los peligrosos efectos del uso indiscriminado de plaguicidas. El tema de la contaminación y la salud pública se popularizó y Silent Spring vendió más de medio millón de copias en todo el mundo.

Esto preparó el escenario para la fuerte reacción del público, cuando en 1969 se produjo un estallido en un pozo de petróleo en Santa Bárbara, California, que se convirtió en el mayor desastre ecológico en aguas estadounidenses, hasta ese momento.

Gaylord Nelson, un senador de Wisconsin, profundamente afectado por las consecuencias del derrame, decidió impulsar la protección del Medio Ambiente y llevarla a la agenda política aprovechando el apoyo multitudinario de los estudiantes universitarios. Creó la idea de una “enseñanza nacional sobre el Medio Ambiente”.

Pete McCloskey y Denis Hayes un profesor de Harvard, se unieron al esfuerzo y ayudaron a coordinar un equipo básico de 85 personas, que se dedicó a promover el evento en los Estados Unidos. Fue elegida la fecha 22 de abril, porque cayó entre las vacaciones de primavera y los exámenes finales.

El primer Día de la Tierra fue celebrado en 1970: 20 millones de estadounidenses participaron del evento en parques, escuelas y diversos espacios públicos. El festejo contó con el apoyo de las autoridades y de todo tipo de público, sin discriminaciones políticas, de credos, ni de razas.

Y en 1972 se llevó a cabo la Cumbre de la Tierra de Estocolmo, la primera conferencia internacional sobre medio ambiente donde se establecieron las bases de las acciones a emprender para cuidar el agua, la flora y fauna y en educación ambiental.

Desde entonces, el planeta ha perdido más del 30 por ciento de su biodiversidad y enfrenta serios problemas globales, como el calentamiento global provocado por la actividad humana.  En 2009, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decretó el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra con el fin de recordar a todo el mundo la interdependencia existente entre los seres humanos y el resto de las especies. 

Un año después, en 2010, México fue sede de la celebración Décimo Aniversario del Lanzamiento de la Carta de la Tierra, que se llevó a cabo en Guanajuato, donde se abordó por primera vez el tema de la mitigación y adaptación de las personas ante el inminente cambio climático. 

El Día de la Tierra es un hecho que debemos conmemorar y valorar, y sobre todo para poder implementar acciones necesarias para cuidar, mantener, conservar y valorar la Tierra y todos sus recursos naturales, así como a todos los seres que la habitan

Cambio Climático

La Madre Tierra claramente nos pide que actuemos. Los océanos se llenan de plásticos y se vuelven más ácidos. El calor extremo, los incendios forestales y las inundaciones, así como una temporada de huracanes en el Atlántico que ha batido récords, han afectado a millones de personas. Ahora nos enfrentamos al COVID -19, una pandemia sanitaria mundial con una fuerte relación con la salud de nuestro ecosistema. 

El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como con la conservación de la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden aumentar el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos.

Los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes. Restaurar nuestros ecosistemas dañados ayudará a acabar con la pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva

Hoy más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra, necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta.