La región austral busca aprovechar el inicio del proyecto de hidrógeno para apostar por la energía verde y tecnología. Incluso Punta Arenas piensa cambiar su plano regulador para acoger un centro industrial orientado a la química.

De las estancias ovejeras a un polo químico mundial. Punta Arenas, la capital de Magallanes, tiene todas sus esperanzas puestas en lo que podría significar la instalación de una planta de hidrógeno verde en la zona. En medio de la pandemia y pocos meses después del cierre oficial de la mina Invierno, la ciudad y toda la región se preparan para que el proyecto de la firma HIF (Highly Innovative Fuels) -una asociación entre chilenos y extranjeros- pueda comenzar su construcción. El municipio incluso planea cambiar el plano regulador de la comuna para crear un centro industrial ordenado en Cabo Negro basado en la química.

El alcalde de la comuna, Claudio Radonich, sostiene que toda la infraestructura para la ejecución del proyecto piloto de hidrógeno verde está lista. Detalla que “todo ya está creado. A 30 kilómetros de Punta Arenas está ENAP y otros centros eólicos funcionando. Esta zona además cuenta con un puerto y caminos habilitados”.

Según estimaciones del ministerio de Energía, la región podría llegar a producir el 13% del hidrógeno verde del mundo, dado su inmenso potencial en energía eólica. El viernes pasado, durante la presentación de sus resultados financieros, el CEO de Porsche, Oliver Blume, dijo que la firma estrenará un modelo movido por este nuevo combustible a contar de 2022. El fabricante de autos deportivos de alta gama ha invertido más de US$ 10 millones y recibido subvenciones del gobierno alemán para este proyecto de la primera planta comercial integrada del mundo para producir un combustible sintético neutro para el clima.

Porsche participa en el proyecto conocido como Haru Oni de Highly Innovative Fuels (HIF), que aprovecha las condiciones del viento patagón para producir una bencina que no contamina. Fondos públicos, privados y procedentes de organismos de cooperación completarán una inversión inicial de US$ 38 millones para las infraestructuras que empiezan a confluir en el extremo austral, justo en momentos en que la zona enfrenta una dura cesantía tras la suspensión del turismo producto de la pandemia de Covid-19, y el cierre de la mina Invierno.

Los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) muestran que en el trimestre móvil diciembre 2020-febrero 2021 la tasa de desocupación regional fue de 5,2%, un incremento de 0,6 puntos porcentuales respecto de igual período del año anterior. Las cifras también muestran que a lo largo de los últimos 12 meses, el número de ocupados en Magallanes disminuyó 12%: 11.266 puestos de trabajo menos.

Según el último estudio de la Universidad Católica (UC) en conjunto con la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Punta Arenas es una de las ciudades con mejores condiciones laborales, socioculturales, de salud, medio ambiente y vivienda y entorno del país.

E-fuels

El proyecto de hidrógeno verde es el más grande de su tipo en América Latina, y uno de los primeros en el mundo. Su planta se ubicará en un terreno de 3,7 kilómetros de un área llamada Tehuel Aike, que además de su proximidad con la capital magallánica se encuentra cerca del Terminal Marítimo de Cabo Negro. Desde allí salen embarcaciones destinadas a la transferencia de gas licuado, productos limpios y metanol. “El lugar es estratégico, ya que facilitará la recepción de materiales para el proyecto y el despacho de los productos generados”, explica Patricia Palacios, gerente general de HIF.

Las obras esperan partir este semestre. Por ahora, la firma HIF aguarda los resultados de la evaluación ambiental del proyecto. Según Palacios, se requerirán 150 trabajadores aproximadamente para la fase de construcción.“Proyectamos que para 2030 la producción en Magallanes sea similar a todo el consumo de bencina de Chile, pero más relevante aún es que este combustible contribuye de manera concreta a la des carbonización del planeta”, sostiene la ejecutiva. Respecto a la relación con la comunidad local, Palacios expresó que han tenido una buena recepción y avanzan a buen ritmo, pese a las restricciones y limitaciones que ha impuesto la pandemia.

El hidrógeno verde es un combustible que se puede producir a partir de agua y energía renovable, dos recursos que el extremo austral tiene en abundancia. “Tenemos las mejores condiciones estratégicas para que la región de Magallanes sea un polo en la generación y exportación del hidrógeno verde. Y no solo cuenta con un excelente potencial en energía eólica como base para sustentar la industria de este combustible, sino también con la infraestructura, experiencia petroquímica y portuaria necesaria para convertir a la Región de Magallanes en generadora y exportadora de hidrógeno verde, y así, desde el extremo sur de nuestro país, estaremos aportando a descarbonizar el mundo entero”, afirma el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet.

Vecinos tecnológicos

El alcalde de Punta Arenas habla con entusiasmo de lo que viene para su comuna. Sobre todo porque además de inversiones en energía, la ciudad recibirá recursos de empresas de otros sectores. “Se está creando un centro industrial tecnológico, donde ya hay anuncios de empresas internacionales que van a invertir ahí como centro terrestre de bajadas satelitales”, explicita. Radonich detalla que Punta Arenas es la zona ideal para crear y refrigerar grandes data centers, ya que las temperaturas son más bajas de lo normal, no hay tantos terremotos y porque como son intensivos en uso de energía, al lado de este centro tecnológico va a estar ubicada la planta de hidrógeno verde.

El edil se refiere a la estación terrestre satelital que Amazon Web Services, la firma del multimillonario Jeff Bezos, pretende instalar en la zona. Los estadounidenses ya compraron los terrenos y están tramitando los permisos de edificación. Al lado de las instalaciones de Amazon estará el complejo de Space X del también multimillonario Elon Musk. Todo esto, en medio del sonido del viento y las aguas alrededor de la zona de Cabo Negro, a 15 kilómetros al norte de Punta Arenas.

Allí, se yerguen los aerogeneradores de Enap y Pecket Energy que Hif usará para producir su hidrógeno verde. Según Jobet, en Magallanes hay viento y condiciones para “sobrepasar en siete veces la generación eléctrica actual de la matriz eléctrica chilena”. La posibilidad de un boom energético-químico en Magallanes está llamando también la atención de otros inversionistas. Un polo de ese tipo requerirá instalaciones, casas y servicios. Punta Arenas piensa en verde.